HACER LO CORRECTO SIN IMPORTAR LAS CONSECUENCIAS
Patricio Albacete: El rugbier que juega con los valores como primera línea
El ex jugador de Los Pumas y del Toulouse, uno de los equipos más grandes de Europa, sigue involucrado con el rugby y lo defiende con uñas y dientes.
Por: Sol Acosta
Foto: Albacete vistiendo la celeste y blanca en el mundial 2013 (Crédito: Daniel Salvatori - A Pleno Rugby)
Si bien Patricio Albacete, ex jugador de Los Pumas, se desempeñó como segunda línea en su carrera profesional como rugbier, siempre fueron sus valores los que marcaron la primera línea de su equipo y de su vida. “El rugby es un deporte hiper formativo, está repleto de valores que te inculca sin darte cuenta. Tiene solidaridad, te enseña a no bajar los brazos; es un deporte en donde lo que prima es el equipo y los objetivos se cumplen como tal, no de manera individual”, cuenta Albacete.
El ex puma comenzó en el Club Manuel Belgrano porque sus hermanos jugaban ahí; “Era imposible que juegue en otro lado”, cuenta entre risas. Por más de que nunca fue su objetivo jugar profesionalmente, fue convocado cuando estaba en la división de menores de 19 para el seleccionado de Buenos Aires y más tarde para el nacional, dónde fue capitán. A la edad de 22, se fue a Francia donde jugó dieciséis años seguidos de manera profesional. “Fue espectacular poder vivir del rugby. Yo nunca me lo
Albacete hoy cumple el rol de Head Coach tomé como un trabajo pero siempre
(Crédito: Club Manuel Belgrano Facebook) me siento un afortunado de haber podido vivir de mi pasión”, reconoce.
Al haber jugado en distintos países, encuentra una diferencia entre los clubes en Argentina y en el resto del mundo; explica que acá una vez que te sentís identificado con un club y formaste un grupo de amigos, es casi imposible que te cambies. Sin embargo, notó que en Europa el sentimiento de club es diferente. Al ser un deporte rentado, si los jugadores tienen una mejor propuesta a nivel rugbístico, es muy probable que se cambien de club. Él mismo se trasladó del Colomiers en Francia, luego al Section Paloise y por último al Stade Toulousain, donde jugó once años y se volvió un ídolo. En cambio en Argentina, solo jugó en el Club Manuel Belgrano, al que describe como “el club de mis amores”. Hoy, ya retirado, sigue involucrado con su club de origen entrenando a la primera división.
"Hay cosas más importantes que el rugby y valores que no se negocian"
“Pato”, como lo llaman sus amigos, trata de aplicar estos principios a su vida en sociedad y ser la misma persona tanto dentro como fuera de la cancha. En el ámbito rugbístico es conocido por defender lo que piensa sin pelos en la lengua. “A Pato lo conozco hace muchos años. Siempre va de frente y defiende sus principios a morir.” explica Gonzalo, uno de los entrenadores del Club Manuel Belgrano. Fueron estos principios los que le costaron su lugar en Los Pumas y lo dejaron sin jugar su cuarto mundial, ya que deportivamente nunca fue cuestionado. Él defendió lo que consideraba una injusticia contra sus compañeros del interior que estaban instalados en Buenos Aires ya que no tenían las mismas comodidades de los que ya residían en la provincia. Ante esto, según su punto de vista, la dirigencia hizo “oídos sordos”. Por más de las consecuencias que esta polémica le trajo en el ámbito del rugby, él está convencido de que hizo lo correcto. “Volvería sin lugar a dudas a hacer lo mismo con el diario del lunes. Simplemente porque defendí lo que era lo que estaba bien. Hay cosas más importantes que el rugby y hay valores que no se negocian”, afirma rotundamente. “Me pones un millón de veces frente a la misma situación y actuaría un millón de veces de la misma manera”, agrega.
Frente al debate que se generó luego del asesinato a Fernando Baez Sosa en torno al rugby, fue Albacete una de las voces que defendió este deporte. Sintió que debía hacerlo porque por un hecho puntual llevado a cabo por lo que él define como “un grupo de inadaptados sociales” no se debería generalizar y estigmatizar al rugby y a quienes lo practican.
Patricio Albacete se reconvirtió como equipo y hoy, además de entrenar al plantel superior en su club, abrió una bodega, “2456 wines” junto con tres ex pumas: Eusebio Guiñazú, Manuel Carizza y Julio Farías. Logró combinar los valores que le dieron el club y el rugby con su rol de empresario dado que el proyecto le permitió seguir en contacto y continuar con la hermandad que supieron crear en el exterior. “Nos apoyamos, le ponemos el pecho, trabajamos mucho, tenemos un objetivo en común pero lo más lindo es que disfrutamos el camino”, concluye.
Presentación oficial del vino. De izquierda a derecha: Julio Farías, Patricio Albacete y Eusebio Guiñazú (Crédito: @2456wines instagram)