Los actuales campeones mundiales del rugby adaptado son un ejemplo de perseverancia, superación y esfuerzo. El contexto de pandemia actual no es una excepción.
Por: Sol Acosta
Daniel Fernández, otrora baluarte del Club Banco Hipotecario, fundó Los Pumpas XV. El proyecto surgió en el año 2011 motivado por que su hijo con Síndrome de Down, Joaquín, pudiera compartir con él el deporte que lo apasiona, el rugby y todo lo que este conlleva: la vida de club, el compañerismo y la solidaridad, principalmente.
Fuente: Proyecto Proyecto, Yotube
Dentro de la cancha, el equipo está compuesto por 10 chicos con discapacidades intelectuales y 5 facilitadores que tienen la función de guiarlos y acompañarlos durante el partido, organizándolos en la cancha y dándoles ciertas indicaciones del juego. Si bien es cierto que la gran mayoría de ellos tienen algún tipo de relación familiar de los chicos, son muchos los que se acercan desinteresadamente a colaborar y poner su granito de arena para acompañar en este proyecto; Este es el caso de Norberto Cafiero quien además de ser padre de cuatro hijos, entrenar al plantel del Club Manuel Belgrano y desempeñar su trabajo profesional, cumple el rol de facilitador en Los Pumpas. Si bien los miércoles es el único día que tiene libre, decide ir a entrenar al equipo. “Desde el momento que llego y veo a los chicos que me vienen a saludar, ya valió la pena haber ido a entrenar y jugar con ellos”, cuenta. “Recibo mucho más de lo que doy, salgo con el corazón que me explota cada vez que estoy con ellos”, sostiene.
Durante el año, el equipo entrena una vez por semana en el club CUBA, en la Provincia de Buenos Aires y juega dos partidos por mes generalmente. Los encuentros son contra clubes de la zona y hasta jugaron contra Los Pumas y los Jaguares. Cafiero agrega, “muchos clubes nos llaman para jugar porque es una caricia al alma, suena medio cursi pero es así”.
Los Pumpas a través del deporte y del incentivo es que logran superar todas las adversidades que se les presentan y es con esa misma actitud que están llevando la situación actual. La pandemia los obligó a suspender sus entrenamientos pero también puso en pausa el mundial en Irlanda que debería estar disputandose este año. Sin embargo, cómo el compromiso es uno de los valores que tienen arraigados, los entrenamientos continúan vía zoom dos veces por semana.
Martín Trouchot, segunda línea de los Pumpas, cuenta que está contento por que siguen entrenando y que lo que más disfruta del equipo son los viajes que organizan. “Me divierte mucho ir y cómo nos cargamos con los chicos”, afirma. Asimismo, él también es parte del Club Vicentinos, en San Miguel.
Fuente: Gentileza de Martín Trouchot
Además de ser un espacio en el cual los jugadores aprenden un deporte y mejoran en la disciplina día a día, es un lugar en el cual forman vínculos y amistades. Norberto Cafiero cuenta que los propios padres notan un cambio en sus hijos desde la primera vez que van a un entrenamiento. “Los chicos se quieren como hermanos, se juntan, hablan de rugby. Es increíble cómo se van integrando con el tiempo”, manifiesta. Martín agrega, “me gusta mucho juntarme con los chicos además de cuando entrenamos”.
Si bien deportivamente solo se abarca el rugby, los Pumpas XV demuestran lo que es ser un equipo, el valor de la unión y la importancia de los valores que el club y el rugby dejan impregnados en la vida de muchas personas. Este deporte es una herramienta a través de la cual los jugadores aprenden muchísimas cosas, como la responsabilidad, el compromiso, la importancia del esfuerzo y el valor de la amistad. Son hombres muy activos, que buscan mejorar constantemente y un claro ejemplo de superación. Algunos de ellos incluso empezaron a hacer cursos de computación a raíz de un convenio con la Universidad Siglo 21. En el mundo actual es un orgullo que ellos sean representantes de la Argentina, como bien lo hicieron en el año 2017, cuando se consagraron campeones mundiales del rugby adaptado.